domingo, 17 de abril de 2016

Los tres círculos del amor.

Somos energía y continuamente atraemos y repelemos personas, emociones y sentimientos...
Vivimos en un mundo en que nuestras relaciones personales nos hacen pasar con demasiada facilidad del calor al frío, y del llanto al goce, prisioneros de unas emociones que no sabemos como controlar...
Las cicatrices muestran lo que hemos sufrido, pero ellas no deciden lo que hemos de vivir...  
El primer círculo: (Yo soy)
Sois un campo de energía sujeto a todo tipo de estímulos exteriores, y en vuestro primer círculo de energía tan sólo deberíais permanecer vosotros... Es vuestro espacio vital sagrado y debería permanecer inviolable en la mayoría de las ocasiones, un territorio virgen en el que únicamente deberíais lidiar con vuestros propios sentimientos. Porque si dejáis pasar al primer círculo personas inarmónicas y manipuladoras, tarde o temprano acabarán fracturando vuestro centro energético emocional y comenzaréis a sufrir sus consecuencias. Y aunque abráis la puerta de vuestro espacio vital a personas afines y maravillosas, siempre tiene que ser temporal y condicionado al crecimiento interior positivo entre ambos. Meditad que cualquier espacio vital tiene que permanecer siempre bajo la influencia positiva de vuestros pensamientos, libres e inmaculados de las perjudiciales emociones negativas que provengan del exterior del círculo. Y no es cuestión de dejar de sentir y volveros completamente insensibles, se trata de que aunque sintáis y mucho, no debéis permitir que el sufrimiento mine vuestra moral y corroa los sentimientos... El maestro que aunque seguro del sufrimiento del mundo, sabe caminar por las brasas sin llegar nunca a quemarse. Meditad que la mayoría de las relaciones sentimentales fracasan cuando el ser amado permanece demasiado tiempo dentro del primer círculo, porque entonces una energía siempre intentará absorber y cambiar a la otra... ¿os suena?
El segundo círculo (Tu eres):
Solamente siendo sensibles podréis expresar amor, el que no espera tener para poder ser...
Amores, familiares y amigos del alma forman parte del segundo círculo de del amor, personas que a menudo os harán reír y llorar, amar y extrañar... A las primeras las podéis invitar a pasar un rato en vuestro primer círculo, porque sus buenos sentimientos mejorarán los vuestros y evolucionaréis juntas durante un tiempo. Pero a las segundas las deberéis tener siempre lejos de vuestro espacio vital, los lobos con piel de cordero que a muy menudo intentarán colarse en vuestras emociones más íntimas (el primer círculo). La densa vibración de estas personas desestabilizarán vuestra energía y quebrarán vuestras emociones, pues sumidos en un estado sentimentalmente negativo no podréis ayudaros a vosotros mismos, ni tampoco a ellas.
Recuerda que solamente siendo luz podrás alumbrar la oscuridad...
El tercer círculo (Vosotros sois):
Son los conocidos que están por descubrir... Recordad que no debéis permitir entrar a nadie en el segundo círculo si no estáis seguros de sus verdaderas intenciones, de sus sueños más profundos y ambiciones materiales. A menudo sois demasiado confiados permitiendo que todo el mundo entre en los dos primeros círculos, accediendo primero a vuestros sentimientos sin haberos mostrado antes los suyos. Un juego sentimental que solamente os agotará física y emocionalmente porque inconscientemente todos damos y robamos energía. 
Ya sabéis que debéis ser soberanos de lo que pensáis y sentís, la inteligencia emocional al servicio vuestra propia felicidad (sólo si sois felices podréis extender ese goce a través de los tres círculos del amor)






2 comentarios:

  1. No sabes cuánto me ha llegado en este momento de mi vida tu escrito. Muchas gracias, eres Luz Jordi.

    ResponderEliminar
  2. Todos somos luz intentando alumbrar la oscuridad... Saludos desde el alma del poeta.

    ResponderEliminar